domingo, 17 de octubre de 2010

Dante Alighieri

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"La Divina Comedia", Infierno, Canto V: episodio de Paolo y Francesca.




Dante y Virgilio llegan al segundo círculo, el de los lujuriosos, lugar donde comienza el verdadero Infierno. Aquí las almas sufren castigos físicos, siendo empujadas sin cesar por vientos que los arrastran y los golpean contra los cercos. El castigo se corresponde con el pecado cometido en vida: así como en la tierra se dejaron arrastrar por sus pasiones carnales, ahora, en el Infierno son arrastrados por un viento que nunca se detiene.

Dante se ve atraído por dos almas que se distinguen del tropel que las arrastra, porque van juntas y "parecen flotar más ligeros que le viento", y le dice a Virgilio que quiere hablar con ellos.
Virgilio le recomienda que los llame en nombre del amor que los conduce.

Dante autor compare estas almas con palomas, en un hermoso símil: "Como palomas que movidas por el deseo, con las alas tendidas, van hacia el dulce nido, llevadas de una misma voluntad, así salieron del tropel donde está Dido, viniendo a nosotros por aquel aire inmundo".

Es el tercer símil en este Canto V en el que se comparan a las almas de los pecadores con aves:
las aves vuelas, así como las almas parecen volar al ser arrastradas por el viento. En este símil las almas de Paolo y Francesca (elemento comparado) son comparadas con palomas (elemento comparante) que "movidas por el deseo" van hacia "el dulce nido" (nido amoroso), ya que desde la época de la antigüedad greco-latina, las palomas eran consideradas animales lujuriosos al ser ofrendadas a la diosa del amor Afrodita (Venus).

Estas almas salen de tropel y se acercan a Dante: uno de los personajes comienza a relatarle su historia a Dante, agradecido porque éste se compadeció de su sufrimiento.

"... a los que teñimos el mundo con sangre...": se refiere con estas palabras a que ellos fueron asesinados. Ellos no gozan de la amistad del "Rey del Universo" porque fueron condenados al Infierno, y quienes van al Infierno no pueden siquiera mencionar directamente a Dios, mucho menos considerarlo su amigo. En el discurso de Francesca aparece muchas veces la palabra "paz" porque eso es precisamente lo que ellos valoran mucho, no tienen y saben que nunca más van a volver a tener.

"...mientras el viento calle como ahora": en esta expresión metafórica tenemos una sinestesia (confluencia de imágenes sensoriales en una misma expresión literaria), aquí se une una imagen auditiva (el silencio del viento) con una visual (el viento se ha detenido). El viento se detiene por un momento para que las almas puedan mantener este diálogo con Dante.

El personaje que cuenta la historia se presenta dando datos de su vida, lugar donde nació, la ciudad de Rávena, ubicándola geográficamente, a orillas del río Po, río que duerme en paz (nuevamente menciona la paz que ellos no tienen).

Luego comienza a contar su historia de amor, amor que se apodera de los "corazones nobles", en el corazón noble es donde se establece el "buen amor", el amor puro, noble, idea contraria a la del "loco amor", que es el amor que se deja llevar por la pasión. El amor de ellos comenzó siendo un "buen amor" pero debido a las circunstancias se terminó transformando en un "loco amor". Dice Francesca que su corazón se quedo atrapado por aquella "hermosa figura" que le fue arrebatada, esta figura es la de Paolo. Vemos cómo a pesar de estar juntos en el Infierno, el hecho de ser ahora solamente almas, sin cuerpo, forma parte del castigo que sufren. Ellos amaban sus figuras, sus cuerpos, tenían un "loco amor" y ahora estarán eternamente juntos pero sin la posibilidad de unirse ya que ahora son solo almas. Esta situación "atormenta" a Francesca, la hace sufrir:

"El amor, que al que es amado obliga a amar, me infundió por éste una pasión tan viva, como ves, aún no me ha abandonado".

En estos versos confirmamos que es ella la que habla, porque se refiere a Paolo como "éste", destacando que su amor fue y es una gran pasión,un "loco amor".

"El amor nos condujo a una misma muerte": el amor, lejos de darles vida, los llevó a una misma muerte porque fueron asesinados por el marido de Francesca y hermano de Paolo, Giancciotto Malatesta, al descubrirlos juntos. El amor los llevó al Infierno que es el reino del desamor.

"El sitio de Caín espera al que nos quitó la vida": éste es un verso profético, ya que Francesca no está condenando a su marido, sino que espera que cuando muera, el castigo que sufra sea peor que el de ellos. Espero que Giancciotto vaya al noveno círculo, el de los traidores, a la Caína más específicamente, donde van los que traicionaron a la familia (Caín, mata a su hermano Abel, según nos cuenta el Génesis de la Biblia, así como Giancciotto mató a su hermano Paolo).

Dante se siente muy conmovido por la historia que le acaban de contar, y reconoce en estas palabras a Francesca porque la menciona por su nombre. Se apiada de ellos, siente tristeza por la infelicidad que sufren, porque siente que su pecado, al estar basado en el sentimiento amoroso, no debería ser tan grave. Quiere saber cómo fue que llegaron a sentir esos "turbios deseos", es decir, cómo fue que se despertó en ellos el "loco amor".

Francesca retoma la palabra y cuenta el comienzo de su amor y el final de su historia, que fue el final de sus vidas.

"No hay mayor dolor -me replicó- que acordarse del tiempo feliz en la miseria": Francesca expresa el dolor que siente al recordar cuando estaba viva y podía estar físicamente junto a Paolo, comparando con la situación actual, de total tristeza y sufrimiento. Dice que Virgilio sabe sobre esto porque él también se encuentra en el Infierno, aunque sea en otro círculo más leve, el Limbo.


Paolo y Francesca estaban leyendo una novela de caballería sobre la historia de Lancelot (uno de los caballeros de la Tabla Redonda) y la reina Ginebra (esposa del rey Arturo). Estaban solos y sin que nadie los vigilara, y durante la lectura se miraron varias veces, poniéndose pálidos por el pudor. Sin embargo cuando llegaron al pasaje de la novela en que la sonrisa de Ginebra fue interrumpido por el beso del amante, Paolo la besó temblando en la boca. Reproducen en la escena de la lectura, lo que estaban leyendo: el beso. El relato es muy pudoroso y delicado, no cuenta detalles.

"Aquel día ya no seguimos leyendo": Francesca corta aquí el relato, es un verso reticente, no nos cuenta el final de este momento vivido por ellos. Esto deja lugar a la imaginación, ya que cada lector puede imaginar el final que quiera para esta historia, sabiendo que ambos fueron asesinados por Giancciotto: ¿en es mismo momento? ¿un tiempo después? ¿por qué no siguieron leyendo?

Es conmovedor ver cómo, mientras Francesca cuenta la historia, Paolo llora, mostrando su gran sufrimiento. Dante también se conmueve con toda esta escena, a tal punto que cae desmayado:
"y caí como los cuerpos muertos caen".

Dante ya había encontrado en la primera parte de este Canto V a varios personajes de la antigüedad greco-latina, algunos históricos y otros legendarios. Pero en esta segunda parte, nos habla de dos personajes contemporáneos a su época, dos desconocidos que pasaron a ser personajes literarios mundialmente conocidos a partir de que Dante nos cuenta parte de su historia. A Dante solo le interesa destacar los sentimientos únicos e íntimos de estos dos amantes, por eso a ellos les dedica gran parte de su canto V, mientras que los otros personajes, ya conocidos por todos, solamente fueron mencionados porque sus historias ya eran conocidas.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Estructuras interna y externa de la "Divina Comedia"






Dante imaginó en su obra un viaje por los tres mundos de ultratumba:

Infierno,
Purgatorio
y Paraíso

Él los describe detalladamente en cada canto de su obra y a partir de estas descripciones se han realizado los dibujos de cada reino.

"LA DIVINA COMEDIA" Dante Alighieri

jueves, 12 de agosto de 2010

La Divina Comedia, Canto I.


"La Divina Comedia", Dante Alighieri

Análisis del Canto I del Infierno: la alegoría de la selva.


"Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura,
ché la diritta via era smarrita."

Dante creía que la vida humana era semejante a un arco: comienza en un sentido ascendente hasta alcanzar el punto máximo, que se relaciona aproximadamente con la edad de 30 o 35 años; esa es la mitad de la vida. Luego el arco comienza a declinar hasta su punto final, representado por la edad de 70 años, a lo que normalmente puede aspirar a vivir todo ser humano. Por eso es que Dante comenzó su obra con estas palabras, ya que tenía más o menos 35 años al realizar su viaje imaginario por los tres reinos de la muerte (Blixen).

El sentimiento dominante de este canto es el miedo. Dante vuelve continuamente a él a través de distintas imágenes: selva, soledad, fieras.

La "selva oscura" es una metáfora que se ha vuelto símbolo (fue metáfora cuando Dante la creó y se hizo símbolo de tanto volver a ella), se hizo una imagen convencional que simboliza la idea de vida de pecado. Como en toda metáfora hay traslación de significados, en este caso:

La selva es densa, tupida, cuesta encontrar los caminos de salida, resulta más fácil seguir en ella.
El pecado tiene esos mismos caracteres.

La selva da también idea de soledad y el adjetivo "oscura" es sinónimo, en la Edad Media, de alejamiento de Dios, representado por la "luz".

La expresión "camino de la vida" constituye un lugar común de la literatura medieval, la "diritta via" es uan expresión que tiene resonancias evangélicas, por la tanto la imagen acumula sentidos metafóricos.

La experiencia de la selva se ubica en el pasado (atender a los tiempos verbales), la experiencia de la vida pecadora está vista como algo ya ocurrido, que en el recuerdo renueva el pavor...

La aliteración de la "s" y de la "r" subraya la aspereza, la dureza de ese lugar, la dificultad para la vida del hombre. La vida del pecado es también como una selva por la maraña del pecado, donce el hombre queda atrapado (un pecado lleva al otro, etc.). Es para el poeta una experiencia dolorosa, áspera, fuerte. vida que no hizo feliz a Dante, que no hace feliz al hombre, se rememora ese momento con temor: "paura".

"Pavor tan amargo que dista poco de la muerte": muerte de la alegría, muerte del alma (se trata, claro está, de una conciencia cristiana, no significaría lo mismo para un ateo).

"El bien que encontré en ella": literalmente se trata de Virgilio, pero profundizando un poco el bien que allí encontrará es la posibilidad de salvarse, que por otra parte se le dará a través de Virgilio. A veces es necesario perderse para salvarse, sentir horror y asco de sí mismo sería lo que da la fuerza de voluntad para enfrentarse al munod del pecado y salir de él.

"Io non se ben ridir como´io v´entrai,
tant´era pieno di sonno a qual punto
che la verace vin abbandonai".

Metáfora del alma dormitando (muy común en la Edad Media): la entrada en el pecado como un dormir que ilustra el perder conciencia de la vida recta, la pérdida de la autocrítica, de la voluntad. Da la idea de un lento descenso moral hasta que, de pronto, se toma conciencia de haberse enviciado. A ese adormecimiento de la conciencia parece referirse San Agustín cuando señala: "el sueño del alma es el olvido de Dios".

Alegoría topográfica de Dante: la selva equivale a un valle frente al que se levanta una colina -la posibilidad de salvación- en cuya cima se perciben los rayos del sol (la marcha se haría siguiendo el camino que señala ese sol: el ascenso a la colina implica un esfuerzo orientado por la voluntad de subir. Selva-valle prefigura el infierno, la colina al purgatorio y finalmente el sol al paraíso. La imagen de la colina es más convencional que la de la selva, más símbolo que metáfora.

Dante se pierde en la selva y debemos recordar que Dante es alma como individuo y también en su aspecto colectivo (es la humanidad). Como el individuo está corrompido, la sociedad está corrompida y, por lo tanto, esa sociedad en lugar de ayudarlo lo corrompe más. La sociedad está presa de injusticia, de discordia y no tendrá paz -piensa Dante- hasta que se instituya el reino de la justicia y la ley. En la parte material, política, Dante es partidario de un emperador, pero ese emperador no lo domina todo, también existe el dominio del espíritu que debe estar bajo la dirección del Papa (Dante era Güelfo blanco). Dante considera que muchos de los males de la sociedad vienen de la confusión de ambas esferas, de ahí que condena por igual a Papas y Emperadores, el ataque a la Iglesia se explica porque Dante considera que ésta se ha vendido al poder temporal, se ha mundanizado. El hombre se quiere salvar y la sociedad lo hunde, por esta vía entra la parte política a "La Divina Comedia".

La colina iluminada constituye un símbolo, señala el camino recto, la vía de salvación. Algo es necesario para salvarse, la buena voluntad, si tiene la voluntad necesaria recibe la ayuda de Dios.
Mientras Dante está en la selva y no intenta luchar, salir, todo es oscuro. Cuando tiene la voluntad, ve enseguida la luz, la posibilidad de salvarse, pero todavía es débil y está lleno de miedo.

Vista la luz, el pavor se aquietó un poco. El "lago de mi corazón": es una doble metáfora, ya que el corazón es como un lago de sangre que aquí pasará a ser un lago de miedo. Miedo encerrado en su corazón durante la noche que pasó en la selva. Sigue dominando el tema del miedo, miedo que nace de una zozobra de carácter moral, espiritual, intelectual.

Se trata de un lugar del que no salío jamás nadie vivo; pasado visto como muerte, al nemos como muerte del alma.

Símil, comparación elaborada: "Y lo mismo que aquel que ha logrado salir, tras afanosa lucha, del piélago a la orilla, se vuelve a mirar el agua llena de peligros, así mi espíritu, fugitivo aún, se volvío hacia atrás y contempló el paraje del que nadie salió vivo nunca".

Se compara al náufrago con el alma que entrevé su posibilidad de salvarse. La particularidad de esta imagen es que da un hecho espiritual a través de un hecho real, material. Además de los elementos comparados hay sugerencias: la idea de naufragio, la afanosa lucha, etc. que en el plano espiritual transcriben las dificultades del camino de salvación.

"... se vuelve a mirar el agua llena de peligros...": en este caso, a través del hipérbaton (alteración en el orden lógico gramatical) se destaca esa acción de mirar por medio de una pequeñísima pausa. "... mi espíritu fugitivo aún...": la imagen del náufrago, antes tan concreta, tan realista, se inmaterializa, se convierte en espíritu que huye. El alma ha tenido la voluntad de salvarse, mira al pecado, el mnod que abandona.

Luego emprende la marcha y estamos en una "playa desierta", esta nueva imagen está lógicamente relacionada con la anterior (mar-playa), lógica poética innecesaria para la realidad (el poeta ahora continúa su relato, la "realidad" del mismo no le exige coherencia con las imágenes ideadas para ilustrarlo (la comparación del naufragio).

Habíamos dicho que el tono predominante del canto es el que imponen las diferentes imágenes del temor. Podemos observar entonces como se relacionan las imágenes de una forma dinámica para dar la idea del miedo: la selva, el lago del corazón, el mar, luego las fieras, etc., todas contribuyen a redondear la misma idea, agregan nuevos elementos, matices, pero siempre dentro de ideas similares.

No sólo reafirma la impresión de soledad (selva-mar-playa), de que el hombre está solo con su voluntad de salvarse y sin recibir la ayuda de nadie, sino que también nos muestra la forma en que se desplaza el poeta, la firmeza de su caminar, intención de no retroceder que anima al pecador (el pie firme siempre era el más bajo).

Comienza la subida, Dante va a empezar el ascenso y se topa con mayores dificultades, se le presentan tres fieras que Dante alegoriza para destacar tres pecados. Al ser fieras ya se adelanta su poderío, su fuerza, lo instintitvo, la dificultad de superarlas, todos aspectos en común con el pecado.

La primera de las fieras en aparecer es la pantera. Se la interpreta en el plano plítico como la ciudad de Florencia y en el plano moral como la lujuria, el pecado de incontinencia de la pasión. Dante parece querer decir que no se puede cortar radicalmente con el pecado, aún cuando el hombre ha resuelto salvarse, al pecado hay que enfrentarlo, hay que luchar con él. Da el dramatismo de la lucha con el pecado, al que hay que reconocer para luego sintiendo horror por él, enfrentarlo.

Comienza a amanecer. Pero antes nos había dicho Dante que el sol estaba en Aries. Es primavera. La primavera del viernes Santo del año 1300 en el hemisferio norte. ES la mañana que sigue a la noche que pasó en la selva y es también la mañana que sigue a la noche que pasó en la selva y es también la mañana de la creación. El sol sube en esa mañana, en la primavera, en el momento en que el mundo es creado; ese sol es amor ya que el amor es creación, es el amor divino y estamos en la mañana de la creación.

La hermosura exterior de este animal da la atracción del pecado de sobre las almas; bajo la hermosa apariencia se halla el peligro. Además el tiempo, hora y estación, le daban motivos para esperar bien.

La lujuria parece ser el pecado que Dante condena menos. Para decirlo nos basamos en dos cosas:
1) se ubica el círculo de los lujuriosos después del Limbo, es uno de los círculos superiores; en el Purgatorio la última cornisa es la de los lujuriosos,
2) Dante demuestra compasión ante Paolo y Francesca, se muestra con ellos distinto que ante otros pecadores donde vemos que demuestra rabia, enojo, etc. Dante también se declara lujurioso (en el Purgatorio los lujuriosos se purifican por medio de la llama y DAnte se somete a esta purificación). Tal vez se deba a que, para Dante, en la lujuria hay un sentimiento dominante que es el amor. Se trata de un amor que sale de su naturaleza original; al basarse en el amor podemos decir que no tiene como raíz el mal. Dante dice que Dios hace el mundo por amor. Unamuno sugiere que hay en Dios necesidad de amar y que eso es lo que le lleva a la creación de las criaturas.

Dante ha hablado de la pantera (la lujuria) y luego del amor divino, podemos establecer fácilmente la relación. Dante en la lujuria no ve el pecado, ve el amor aunque sea amor lujurioso. También Dante ha hablado del momento en que comienza el día, lo que puede interpretarse con la juventud del momento en la vida de DAnte en que éste habría sucumbido a la lujuria. Amor juvenil, clima de cosa primera (el amanecer del mundo, la mañana de la creación). La lujuria sería algo inherente al amor juvenil. Es la búsqueda de lo infinito, de lo absoluto, de Dios por medio de la carne, se busca la plenitud. Con la lujuria lo que se busca sería la espiritualización de la carne. Pero esta es un error, un camino equivocado. La lujuria defrauda siempre. En el amor juvenir la lujuria sería un pecado menos grave. En la madurez se configura como pecado, pues intenta sustituir el amor con el placer, con la carne, no con la búsqueda. En la mdurez se encuentra revestida de pecado. Para destacar aún más el atractivo con que obra sobre el poeta, que parece más atraído que asustado, la llama "fiera a la gaietta pele" lo que significa "fiera de piel alegre" (no "manchada" como se traduce habitualmente). La sinestesia de la imagen es de las más originales e impactantes del poema, da perfectamente la ambigüedad de lo que es pecado (fiera) y a la vez deseable (alegre). Alegría en la incontinencia.

"Mas no sin que me diese pavor también un león que se apareció a mi vista": el león como símbolo político representa a Francia y desde el punto de vista religioso y moral, el orgullo, la soberbia. Es pecado porque es erigir la voluntad humana frente a la divina. Es dejar de sentir a Dios como padre, es no desconfiar de los errores que como humanos podemos cometer. Es el hombre que quiere llegar a Dios y traspasa su condición. Hombre que no respeta el límite. Para el cristiano significa no admitirse como criatura. Dante acentúa el aspecto plástico de la bestia. Hay un desafío, el orgullo significa la abolición de la condición del prójimo, va contra las leyes más importantes de Dios, que es amor.

"Y una loba que en su delgadez parecía llena de todos los apetitos y había causado ya la desgracia de mucha gente, ne dio tanta pesadumbre con el espanto que su vista provocaba, que perdí la esperanza de alcanzar la cima". Es el tercer pecado, avaricia, codicia, y desde el punto de vista político representa al Vaticano. Cuando Dante habla de lujuria y orgullo, él se siente lujurioso y orgulloso. Pero cuando habla de avaricia se debe a que en su vida chocó muchas veces con la avaricia de la gente. Si bien fue ayudado durante su destierro, no lo hicieron notar, hirieron su sensibilidad. Tradicionalmente se dice que la loba es la avaricia, pero también simboliza la concupiscencia, la insaciabilidad. La loba representa el pecado de querer atesorar, poseer, agarrar. El pecado acá es el exagerado arraigo a las cosas terrenales. Dos elementos plásticos traducen esta insaciabilidad: la delgadez, la figura del hambriento (el lobo siempre está hambriento), y la idea de la mirada de la loba que causa pavor, esa mirada posee una fuerza que contrasta con la extrema flacura del animal. La loba está repleta de ansias y hasta podemos decir que le enflaquece el ansia de poseer más. todo lo que tiene se devora y se continúa con ansias de algo más,. La loba no engorda porque interiormente la pasión la quema. A muchos ha hecho miserables, a los que rodea, a los que les ha sacado y también a los propios avaros. Así el pecador cuando adquiere lo deseado, continúa aspirando más, nunca logra la paz. La avaricia lleva al sufrimiento, a la tristeza. El hombre vive ansioso de cosas terrenas, quiere saciarse con soas que no sacian.

Símil, comparación elaborada: "Y como aquel que se enriquece con alegría, al llegar la hora de perderlo todo, llora y se entristece con toda el alma, así me hizo sentir aquella bestia implacable, que, viniendo contra mí, poco a poco me empujaba hacia donde el sol no luce". En el original dice "hacia donde el sol calla", conformando una hermosa sinestesia.

lunes, 9 de agosto de 2010

La Biblia en imágenes (Información general).

http://docs.google.com/leaf?id=0B0jmM-Tt7FB9ZDA3ZjRlNjAtNGNhMi00ZDljLThlYjUtOWJkMmU3MTRmZTcx&hl=es&authkey=CLjlro0F

jueves, 17 de junio de 2010

Biblia: "Génesis" Capítulos 1, 2 y 3.



Contenido del Génesis

Se considera historia primitiva ya que contiene un fondo de verdad y un contenido dogmático y moral. No se puede juzgar su forma con el criterio moderno de historicidad ya que los hechos relatados en el Génesis, según la crítica racionalista, no podrían considerarse históricos; en cambio la crítica religiosa defendía su historicidad y juzgaba como parahistóricos o anteriores a la historia los once primeros capítulos, y como historia primitiva los siguientes. La crítica independiente actual considera los mismos capítulos iniciales como una parábola de base tradicional, legendaria, y acepta la historicidad de los otros, y si no tiene por históricos todos los hechos que narran, entiende que lo son las civilizaciones que describen y las circunstancias en que aquellos se originan. Las dificultades de la apreciación de la historicidad en las narraciones históricas -como en el caso del Génesis- radican fundamentalmente en la presencia del milagro y de la profecía, y en la inclusión de fragmentos aparentemente imaginarios, parabólicos o simbólicos (como lo son los primeros once capítulos).

El Génesis o "libro de los orígenes" nos da la primera formulación del pacto y sus antecedentes: narra el origen del mundo y del hombre. La narración se extiende desde la creación del mundo a la muerte del patriarca José.

División del Génesis:

1) La historia primitiva desde la creación hasta Abraham:
  • La creación y la caída.
  • Historia de la cultura
  • El diluvio
  • Del diluvio hasta Abraham
2) La historia de los patriarcas:
  • Abraham
  • Isaac y Jacob
  • José

Capítulo 1: Primer relato de la creación, el Universo.
El primer relato de la creación es atribuido a la fuente Sacerdotal que refleja perfectamente las características propias de esta fuente: esquematismo, abstracción, reflexión teológica y preocupación por salvar la trascendencia divina.

Plantea la obra creadora de Dios en orden decreciente de lo más imperfecto a lo perfecto (en relación con la divinidad) hastra culminar en el hombre, corona y rey de toda la creación por haber sido creado "a imagen y semejanza" de Dios (con respecto a lo espiritual y no a lo físico).

El proceso de la creación se distribuye en lo que se conoce como semana hebrea, siendo el marco en el que concreta su enseñanza, un grandioso cuadro lógico, pero artificial.

Al principio solo existía caos, tinieblas y el espíritu de Dios "aleteando" sobre las aguas. La imagen de Dios que surge de esta idea dista mucho de ser antropomórfica (forma humana).

Comienza el proceso de creación que se realiza a través del poder de la palabra, la palabra parece mágica:

El primer día crea la luz, que es la luz de la aurora y no la del sol, ya que en la época en que aparece el Génesis se creía que eran distintas fuentes de luz. Se crea de este modo el día y la noche.

El segundo día crea el cielo y separa el mar de la lluvia.

El tercer día crea la tierra y el mar, crea también las plantas, hierbas y árboles frutales.

El cuarto día Dios crea el sol, la luna y las estrellas, determinando de este modo el día, la noche, las estaciones y los años.

El quinto día Dios crea los peces y las aves.

El sexto día crea los animales terrestres y finalmente al hombre y a la mujer.

Al comienzo del segundo capítulo se cuenta que el séptimo día es bendecido por Dios por haber terminado su obra creadora, y en él descansó.


Capítulo 2: Segundo relato de la creación.

A partir del versículo 4 del Capítulo 2 comienza el relato Yavista de la creación y la caída. Las características de la fuente Yavista aparecen claramente en los dos capítulos 2 y 3, de estilo vivo, colorista, figurado, abundante en antropomorfismos, esto es, de la representación de Dios, en su modo de hablar o de actuar, a la manera humana. De este modo la imagen de Dios, que antes resultaba un poco abstracta, se manifiesta aquí mucho más próxima y comunicativa.

"Al tiempo..." el autor nos da una versión de la creación y del origen del hombre diferente de la del relato anterior. La mirada es menos amplia y el orden en la producción de los seres, diferente: antes primero el caos, luego las plantas, los animales y el hombre, aquí primero el hombre, luego las plantas, los animales y la mujer.

Todo esto es también artificio literario que nos indica su esquema de representación y su intención de centrar su narración en estas dos cosas: el hombre y su destino y la providencia que Dios tiene sobre él. Dando por supuesta la creación del cielo y de la tierra, restringe su visión a la tierra, en cuanto escenario del hombre y de su drama.

El autor toma el polvo de la tierra para crear al hombre porque tradicionalmente se decía que el hombre era hecho del polvo y que al polvo volvía. El autor toma estos elementos porque eran populares y le servían a su finalidad didáctica. El hálito de vida es el espíritu de Dios, es lo que lo hace semejante a él, es lo que lo hace ser un ser viviente, que lo va a diferenciar de los demás seres creados. Además en este segundo relato el hombre es el único ser viviente, el primero creado por Dios.

Encontramos una distensión, una pausa en el relato; describe cómo es y dónde está exactamente ese lugar donde va a ubicar al hombre. Luego continúa con el relato sobre él, que es el centro de toda la creación, y por lo tanto de este segundo relato.

Se destacan dos árboles en el Jardín del Edén que son el "árbol de la vida" y el "árbol de la ciencia del bien y del mal". Con respecto a la simbología del árbol, nos dice Cirlot: "el árbol como vida inagotable equivale a inmortalidad ... representa en el sentido más amplio, la vida del cosmos, su densidad, crecimiento, proliferación, generación y regeneración". En el Paraíso había el árbol de la vida y también el árbol del bien y del mal y ambos estaban en el centro del Paraíso. Schneider dice ¿por qué no menciona Dios el árbol de la vida, porque como algunos han creído estaba oculto y no podía ser identificado ni era, por lo tanto, accesible hasta el instante en que Adán se apropiara del conocimiento del bien y del mal, es decir, de la sabiduría? Cirlot se inclina por esa hipótesis: "el árbol de la vida puede conferir la inmortalidad, pero no es cosa fácil llegar hasta él".

Dios impone al hombre un precepto grave, sancionando con la pérdida del privilegio de lainmortalidad. El precepto está formulado en la prohibición de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Siendo ésta una imagen literaria cuya significación conocemos, es preciso ver lo que bajo ella se encierra. El esquema doctrinal es este: Dios impone un precepto grave que afecta al hombre en su ser esencial de criatura dependiente de Dios. Le manda reconocer su ser y situación de creatura y no salirse de olla aprteciendo privilegios divinos. El hombre al transgradirlo instigado porla serpiente atenta contra la soberanía de Dios y reniega de su ser de criatura. Es pues, un gravísimo pecado de orgullo por parte del hombre, sin que se nos diga en que materia determinada se concretó el precepto y por tanto el pecado externo.

No queda claro cual fue la transgresión que el hombre hizo, pues el haber comido del fruto del árbol del bien y del mal es un símbolo (como una parábola que tiene un fin didáctico).

Lo que se busca no es simplemente un entretenimiento, sino además una compañía, un complemento y que lo acompañe eternamente, por lo tanto crea Dios a la mujer.

Crea a los animales y se los da al hombre para que les ponga nombre (como entretenimiento), pero además los crea para poder señorear sobre ellos, porque en la Tierra no existía otro ser viviente más que él. Además el hecho de que les lleve los animales y los cree para él, muestra la jerarquía, la superioridad del hombre, que es el rey de todo ese mundo creado para él. Este hombre se diferencia del animal por el "hálito de vida", es decir, porque tiene espíritu y por lo tanto puede tener dominio y señorear sobre ellos.

La creación de la mujer es para que sea un complemento, como una ayuda semejante al hombre. Es creada de una costilla que Dios toma del hombre, es decir, que esa mujer no es creada del polvo, sino de la carne del propio hombre, por lo tanto tendrá también "hálito de vida". Esta creación es un antropomorfismo que nos indica la relación y atracción mutuas entre el hombre y la mujer. Queda instituída aquí la unión en matrimonio como monógamo e indisoluble.

El hombre y la mujer estaban en un estado de pureza espiritual, no eran conscientes de su desnudez y por eso no se avergonzaban, porque no tenían prejuicios.

El jardín llamado Edén creado por Dios para colocar allí al hombre, está rodeado por cuatro ríos que sirven para ubicarlo geográficamente. El Tigris y el Éufrates se conocen y ubican fácilmente en la Mesopotamia, en la zona de los actuales territorios de Irán e Irak. Se nos dice que esta zona es muy rica ya que en ella hay metales, como el oro, y piedras preciosas.

La ubicación del Edén a través de los ríos tiene una finalidad didáctica y sirve para remarcar la veracidad ya que ubica a quienes oían esto en lugares conocidos y cercanos a ellos.

Proceso de creación del segundo relato:

Se dan por ya creados el cielo yla tierra. Al tiempo, Dios crea al hombre del polvo de la tierra, insuflándole en su nariz un aliento de vida.


Luego crea los árboles frutales, especialmente destacados son el "arbol de la vida" y el "árbol de la ciencia del bien y del mal", plantados en el Jardín del Edén.

Este jardín tiene una ubicación geográfica precisa ya que está rodeado de cuatro ríos, Pisón, Guijón, Tigris y Éufrates (estos dos últimos son geográficamente conocidos).

Luego crea los animales domésticos, aves y campestres.

Finalmente, de la costilla de Adán, crea a la mujer, a la que llama "varona" porque del varón fue tomada.


Capítulo 3: Tentación, caída, Protoevangelio.

La serpiente era considerada en el folklore popular como un animal maligno, astuto y traidor por excelencia. En muchos pueblos antiguos era objeto de culto como diosa de la fecundidad. El autor, para apartar a Israel de esta aberrración, la escoge aquí como figura de un ser inteligente y malhechor, enemigo de Dios y del hombre, y que la revelación posterior (cuando es castigada a arrastrarse de por vida), y la tradición cristiana han identificado con el demonio. La acción de la serpiente es una clara personificación (figura que consiste en atribuir a las cosas inanimadas o abstractas, o al ser irracional, vida, acciones o cualidades propias del ser racional), en este caso se le atribuye a la serpiente, habla e inteligencia.

Se nos narra el proceso de la tentación con un conocimiento de la psicología humana verdaderamente admirable, a través de los siguientes pasos:

A) Por parte de la serpiente,
  • exagera la prohibición de Dios "... de todos los árboles del jardín...", tratando de despertar el orgullo humano.
  • Hace desear el conocimiento de una ciencia superior "... se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses...", poniendo en tela de juicio la rectitud de la intención divina: "¡No, no moriréis!"
  • Con ello tiende a destruir la confianza en Dios y el temor a sus amenazas, y así el objeto prohibido ejerce libremente su seducción.
B) Por parte de la mujer,
  • da oídos a la tentación, pues se detiene a explicar y a aclarar la situación a la serpiente.
  • Va perdiendo seguridad: "Vio entretanto la mujer que el árbol era apetitoso para comer..."
  • Y, en la misma proporción, a medida que va considerando al objeto prohibido lo va deseando más: "... agradable a la vista"
  • Se siente plenamente atraído por él, pues lo cree la llave de la felicidad: "... y deseable para adquirir sabiduría, lo que se corresponde con las palabras tentadoras de la serpiente "seréis como dioses, conocedores del bien y del mal".
La tentación se extiende al hombre que también come del fruto (la serpiente tienta a la mujer, y la mujer al hombre).

En la contemplación del árbol por parte de la mujer, tenemos imágenes gustativas y visuales.

Al pecar se realizan las promesas de la serpiente pero de muy distinto modo de como ellos esperaban, ya que se cumple que adquieren sabiduría, pero ésta, lejos de hacerlos sentir como dioses, los hacen avergonzarse de sí mismos, de su propia desnudez, de lo que hasta ahora no eran conscientes, ya que no tenían prejuicios y vivían en un estado de pureza espiritual.

"Oyeron después los pasos de Yavé Dios ..." vemos otro antropomorfismo de la figura de Dios (nos da idea de que camina). Dios actúa aquí como un juez inquisidor, ya que pregunta acusando al hombre: "¿Dónde estás?, ¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo?, ¿No habrás comido del árbol del que te prohibí comer?".

El hombre dice haber sido tentado por su mujer y ésta lo reconoce diciendo haber sido engañada por la serpiente, pasándose la culpa y no aceptando responsabilidades.

Inmediatamente Dios emite sus sentencias, actuando como un verdadero juez con la serpiente, la mujer y el hombre (los culpables). En la pena impuesta a la serpiente hay que distinguir entre la expresión externa acomodada al animal-símbolo (serpiente = demonio) y el contenido que va directamente contra el demonio tentador: "Yo pongo enemistad entre tí y la mujer, entre tu linaje y el suyo". "Te arrastrarás sobre tu vientre...": la expresiva imagen está tomada de las características de la serpiente y de la espontánea aversión que hacia ella se siente (es un animal que produce una sensación extraña entre el desagrado y el miedo). Pero la hostilidad perpetua se establece entre la mujer y su linaje y entre el diablo y el suyo. Por la suerte futura de ambos contendientes la victoria final corresponderá al linaje de la mujer. Es la primera luz de la redención en medio de la tragedia humana. El autor bíblico no precisa cómo, en concreto, se realizará esta victoria, pero la revelación y tradición posteriores (el pacto entre Dios y Abraham y la esperanza en un Mesías redentor), irán concretando que el vencedor será un personaje individual, el Mesías, por medio de su muerte redentora (para los cristianos fue Jesucristo).

Al hombre y a la mujer los castiga imponiéndoles penas correlativas a su misión y naturaleza: la mujer, madre que parirá su hijos con dolor y será esposa dominada por su marido; y el hombre deberá trabajar para poder alimentarse. Ambos perderán además, como lo había anunciado al imponerles el precepto, la inmortalidad: "... ya que del polvo eres y en polvo te has de convertir..."

Dios había impuesto un precepto grave que afectaba al hombre en su ser esencial (moriría) de criatura dependiente de Dios. Le manda reconocer su ser y situación de creatura y no salirse de ella apeteciendo privilegios divinos (el precepto está formulado en la prohibición de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal). El hombre al transgredirlos (al comer del fruto prohibido) instigado por la serpiente, atenta contra la soberanía de Dios y reniega de su ser de criatura.

Es pues, un gravísimo pecado de orgullo por parte del hombre, sin que se nos diga en qué materia determinada se concretó el precepto, y por tanto, el pecado externo: "He ahí el hombre que ha llegado a ser como uno de nosotros..." (plural de majestad y plenitud, propio de la religión monoteísta).

El hombre y la mujer pecaron y los dos son expulsados del paraíso terrenal. La expulsión es necesaria además para impedri el acceso al árbol de la vida (pues cree Dios que también podrían osar comer de él, ahora que son mortales).

Los querubines y la espada flameante son imágenes tomadas del folklore babilónico y de las que se sirve el autor para expresar la idea de que la pérdida del paraíso fue irrevocable.


Evalúa los conocimientos adquiridos

1) ¿Cómo podríamos definir al Dios que se nos presenta en el 1er. y 2do. relato de la Creación?
¿Qué características tiene?

2) ¿Qué características tiene el hombre creado por Dios?

3) ¿Cómo es la primera narración desde el punto de vista estilístico?

4) ¿Cómo es el estilo en el 2do. relato de la Creación?

5) ¿Qué otras diferencias podemos encontrar entre el primer y el segundo relato?

6) ¿De qué trata el 3er. capítulo del Génesis?

7) ¿Cómo es la serpiente? ¿Cómo actúa?

8) ¿Cómo procede la mujer?

9) ¿Cómo actúa Dios? ¿Cómo y por qué los castiga?

10) ¿Por qué decimos que este relato es una alegoría?



martes, 15 de junio de 2010

Literatura 5o.

En este Blog podrán encontrar información sobre los diferentes temas que se trabajan en el curso de 5o. año de Literatura en los bachilleratos de todas las orientaciones. El programa curricular del programa de 5o. está compuesto por obras clásicas de la Literatura Universal.
Los animo a que lean, vean, pregunten y comenten sobre los contenidos que van a encontrar en este Blog.