"La Divina Comedia", Dante Alighieri
Análisis del Canto I del Infierno: la alegoría de la selva.
Análisis del Canto I del Infierno: la alegoría de la selva.
"Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura,
ché la diritta via era smarrita."
mi ritrovai per una selva oscura,
ché la diritta via era smarrita."
Dante creía que la vida humana era semejante a un arco: comienza en un sentido ascendente hasta alcanzar el punto máximo, que se relaciona aproximadamente con la edad de 30 o 35 años; esa es la mitad de la vida. Luego el arco comienza a declinar hasta su punto final, representado por la edad de 70 años, a lo que normalmente puede aspirar a vivir todo ser humano. Por eso es que Dante comenzó su obra con estas palabras, ya que tenía más o menos 35 años al realizar su viaje imaginario por los tres reinos de la muerte (Blixen).
El sentimiento dominante de este canto es el miedo. Dante vuelve continuamente a él a través de distintas imágenes: selva, soledad, fieras.
La "selva oscura" es una metáfora que se ha vuelto símbolo (fue metáfora cuando Dante la creó y se hizo símbolo de tanto volver a ella), se hizo una imagen convencional que simboliza la idea de vida de pecado. Como en toda metáfora hay traslación de significados, en este caso:
La selva es densa, tupida, cuesta encontrar los caminos de salida, resulta más fácil seguir en ella.
El pecado tiene esos mismos caracteres.
La selva da también idea de soledad y el adjetivo "oscura" es sinónimo, en la Edad Media, de alejamiento de Dios, representado por la "luz".
La expresión "camino de la vida" constituye un lugar común de la literatura medieval, la "diritta via" es uan expresión que tiene resonancias evangélicas, por la tanto la imagen acumula sentidos metafóricos.
La experiencia de la selva se ubica en el pasado (atender a los tiempos verbales), la experiencia de la vida pecadora está vista como algo ya ocurrido, que en el recuerdo renueva el pavor...
La aliteración de la "s" y de la "r" subraya la aspereza, la dureza de ese lugar, la dificultad para la vida del hombre. La vida del pecado es también como una selva por la maraña del pecado, donce el hombre queda atrapado (un pecado lleva al otro, etc.). Es para el poeta una experiencia dolorosa, áspera, fuerte. vida que no hizo feliz a Dante, que no hace feliz al hombre, se rememora ese momento con temor: "paura".
"Pavor tan amargo que dista poco de la muerte": muerte de la alegría, muerte del alma (se trata, claro está, de una conciencia cristiana, no significaría lo mismo para un ateo).
"El bien que encontré en ella": literalmente se trata de Virgilio, pero profundizando un poco el bien que allí encontrará es la posibilidad de salvarse, que por otra parte se le dará a través de Virgilio. A veces es necesario perderse para salvarse, sentir horror y asco de sí mismo sería lo que da la fuerza de voluntad para enfrentarse al munod del pecado y salir de él.
El sentimiento dominante de este canto es el miedo. Dante vuelve continuamente a él a través de distintas imágenes: selva, soledad, fieras.
La "selva oscura" es una metáfora que se ha vuelto símbolo (fue metáfora cuando Dante la creó y se hizo símbolo de tanto volver a ella), se hizo una imagen convencional que simboliza la idea de vida de pecado. Como en toda metáfora hay traslación de significados, en este caso:
La selva es densa, tupida, cuesta encontrar los caminos de salida, resulta más fácil seguir en ella.
El pecado tiene esos mismos caracteres.
La selva da también idea de soledad y el adjetivo "oscura" es sinónimo, en la Edad Media, de alejamiento de Dios, representado por la "luz".
La expresión "camino de la vida" constituye un lugar común de la literatura medieval, la "diritta via" es uan expresión que tiene resonancias evangélicas, por la tanto la imagen acumula sentidos metafóricos.
La experiencia de la selva se ubica en el pasado (atender a los tiempos verbales), la experiencia de la vida pecadora está vista como algo ya ocurrido, que en el recuerdo renueva el pavor...
La aliteración de la "s" y de la "r" subraya la aspereza, la dureza de ese lugar, la dificultad para la vida del hombre. La vida del pecado es también como una selva por la maraña del pecado, donce el hombre queda atrapado (un pecado lleva al otro, etc.). Es para el poeta una experiencia dolorosa, áspera, fuerte. vida que no hizo feliz a Dante, que no hace feliz al hombre, se rememora ese momento con temor: "paura".
"Pavor tan amargo que dista poco de la muerte": muerte de la alegría, muerte del alma (se trata, claro está, de una conciencia cristiana, no significaría lo mismo para un ateo).
"El bien que encontré en ella": literalmente se trata de Virgilio, pero profundizando un poco el bien que allí encontrará es la posibilidad de salvarse, que por otra parte se le dará a través de Virgilio. A veces es necesario perderse para salvarse, sentir horror y asco de sí mismo sería lo que da la fuerza de voluntad para enfrentarse al munod del pecado y salir de él.
"Io non se ben ridir como´io v´entrai,
tant´era pieno di sonno a qual punto
che la verace vin abbandonai".
tant´era pieno di sonno a qual punto
che la verace vin abbandonai".
Metáfora del alma dormitando (muy común en la Edad Media): la entrada en el pecado como un dormir que ilustra el perder conciencia de la vida recta, la pérdida de la autocrítica, de la voluntad. Da la idea de un lento descenso moral hasta que, de pronto, se toma conciencia de haberse enviciado. A ese adormecimiento de la conciencia parece referirse San Agustín cuando señala: "el sueño del alma es el olvido de Dios".
Alegoría topográfica de Dante: la selva equivale a un valle frente al que se levanta una colina -la posibilidad de salvación- en cuya cima se perciben los rayos del sol (la marcha se haría siguiendo el camino que señala ese sol: el ascenso a la colina implica un esfuerzo orientado por la voluntad de subir. Selva-valle prefigura el infierno, la colina al purgatorio y finalmente el sol al paraíso. La imagen de la colina es más convencional que la de la selva, más símbolo que metáfora.
Dante se pierde en la selva y debemos recordar que Dante es alma como individuo y también en su aspecto colectivo (es la humanidad). Como el individuo está corrompido, la sociedad está corrompida y, por lo tanto, esa sociedad en lugar de ayudarlo lo corrompe más. La sociedad está presa de injusticia, de discordia y no tendrá paz -piensa Dante- hasta que se instituya el reino de la justicia y la ley. En la parte material, política, Dante es partidario de un emperador, pero ese emperador no lo domina todo, también existe el dominio del espíritu que debe estar bajo la dirección del Papa (Dante era Güelfo blanco). Dante considera que muchos de los males de la sociedad vienen de la confusión de ambas esferas, de ahí que condena por igual a Papas y Emperadores, el ataque a la Iglesia se explica porque Dante considera que ésta se ha vendido al poder temporal, se ha mundanizado. El hombre se quiere salvar y la sociedad lo hunde, por esta vía entra la parte política a "La Divina Comedia".
La colina iluminada constituye un símbolo, señala el camino recto, la vía de salvación. Algo es necesario para salvarse, la buena voluntad, si tiene la voluntad necesaria recibe la ayuda de Dios.
Mientras Dante está en la selva y no intenta luchar, salir, todo es oscuro. Cuando tiene la voluntad, ve enseguida la luz, la posibilidad de salvarse, pero todavía es débil y está lleno de miedo.
Vista la luz, el pavor se aquietó un poco. El "lago de mi corazón": es una doble metáfora, ya que el corazón es como un lago de sangre que aquí pasará a ser un lago de miedo. Miedo encerrado en su corazón durante la noche que pasó en la selva. Sigue dominando el tema del miedo, miedo que nace de una zozobra de carácter moral, espiritual, intelectual.
Se trata de un lugar del que no salío jamás nadie vivo; pasado visto como muerte, al nemos como muerte del alma.
Símil, comparación elaborada: "Y lo mismo que aquel que ha logrado salir, tras afanosa lucha, del piélago a la orilla, se vuelve a mirar el agua llena de peligros, así mi espíritu, fugitivo aún, se volvío hacia atrás y contempló el paraje del que nadie salió vivo nunca".
Se compara al náufrago con el alma que entrevé su posibilidad de salvarse. La particularidad de esta imagen es que da un hecho espiritual a través de un hecho real, material. Además de los elementos comparados hay sugerencias: la idea de naufragio, la afanosa lucha, etc. que en el plano espiritual transcriben las dificultades del camino de salvación.
"... se vuelve a mirar el agua llena de peligros...": en este caso, a través del hipérbaton (alteración en el orden lógico gramatical) se destaca esa acción de mirar por medio de una pequeñísima pausa. "... mi espíritu fugitivo aún...": la imagen del náufrago, antes tan concreta, tan realista, se inmaterializa, se convierte en espíritu que huye. El alma ha tenido la voluntad de salvarse, mira al pecado, el mnod que abandona.
Luego emprende la marcha y estamos en una "playa desierta", esta nueva imagen está lógicamente relacionada con la anterior (mar-playa), lógica poética innecesaria para la realidad (el poeta ahora continúa su relato, la "realidad" del mismo no le exige coherencia con las imágenes ideadas para ilustrarlo (la comparación del naufragio).
Habíamos dicho que el tono predominante del canto es el que imponen las diferentes imágenes del temor. Podemos observar entonces como se relacionan las imágenes de una forma dinámica para dar la idea del miedo: la selva, el lago del corazón, el mar, luego las fieras, etc., todas contribuyen a redondear la misma idea, agregan nuevos elementos, matices, pero siempre dentro de ideas similares.
No sólo reafirma la impresión de soledad (selva-mar-playa), de que el hombre está solo con su voluntad de salvarse y sin recibir la ayuda de nadie, sino que también nos muestra la forma en que se desplaza el poeta, la firmeza de su caminar, intención de no retroceder que anima al pecador (el pie firme siempre era el más bajo).
Comienza la subida, Dante va a empezar el ascenso y se topa con mayores dificultades, se le presentan tres fieras que Dante alegoriza para destacar tres pecados. Al ser fieras ya se adelanta su poderío, su fuerza, lo instintitvo, la dificultad de superarlas, todos aspectos en común con el pecado.
La primera de las fieras en aparecer es la pantera. Se la interpreta en el plano plítico como la ciudad de Florencia y en el plano moral como la lujuria, el pecado de incontinencia de la pasión. Dante parece querer decir que no se puede cortar radicalmente con el pecado, aún cuando el hombre ha resuelto salvarse, al pecado hay que enfrentarlo, hay que luchar con él. Da el dramatismo de la lucha con el pecado, al que hay que reconocer para luego sintiendo horror por él, enfrentarlo.
Comienza a amanecer. Pero antes nos había dicho Dante que el sol estaba en Aries. Es primavera. La primavera del viernes Santo del año 1300 en el hemisferio norte. ES la mañana que sigue a la noche que pasó en la selva y es también la mañana que sigue a la noche que pasó en la selva y es también la mañana de la creación. El sol sube en esa mañana, en la primavera, en el momento en que el mundo es creado; ese sol es amor ya que el amor es creación, es el amor divino y estamos en la mañana de la creación.
La hermosura exterior de este animal da la atracción del pecado de sobre las almas; bajo la hermosa apariencia se halla el peligro. Además el tiempo, hora y estación, le daban motivos para esperar bien.
La lujuria parece ser el pecado que Dante condena menos. Para decirlo nos basamos en dos cosas:
1) se ubica el círculo de los lujuriosos después del Limbo, es uno de los círculos superiores; en el Purgatorio la última cornisa es la de los lujuriosos,
2) Dante demuestra compasión ante Paolo y Francesca, se muestra con ellos distinto que ante otros pecadores donde vemos que demuestra rabia, enojo, etc. Dante también se declara lujurioso (en el Purgatorio los lujuriosos se purifican por medio de la llama y DAnte se somete a esta purificación). Tal vez se deba a que, para Dante, en la lujuria hay un sentimiento dominante que es el amor. Se trata de un amor que sale de su naturaleza original; al basarse en el amor podemos decir que no tiene como raíz el mal. Dante dice que Dios hace el mundo por amor. Unamuno sugiere que hay en Dios necesidad de amar y que eso es lo que le lleva a la creación de las criaturas.
Dante ha hablado de la pantera (la lujuria) y luego del amor divino, podemos establecer fácilmente la relación. Dante en la lujuria no ve el pecado, ve el amor aunque sea amor lujurioso. También Dante ha hablado del momento en que comienza el día, lo que puede interpretarse con la juventud del momento en la vida de DAnte en que éste habría sucumbido a la lujuria. Amor juvenil, clima de cosa primera (el amanecer del mundo, la mañana de la creación). La lujuria sería algo inherente al amor juvenil. Es la búsqueda de lo infinito, de lo absoluto, de Dios por medio de la carne, se busca la plenitud. Con la lujuria lo que se busca sería la espiritualización de la carne. Pero esta es un error, un camino equivocado. La lujuria defrauda siempre. En el amor juvenir la lujuria sería un pecado menos grave. En la madurez se configura como pecado, pues intenta sustituir el amor con el placer, con la carne, no con la búsqueda. En la mdurez se encuentra revestida de pecado. Para destacar aún más el atractivo con que obra sobre el poeta, que parece más atraído que asustado, la llama "fiera a la gaietta pele" lo que significa "fiera de piel alegre" (no "manchada" como se traduce habitualmente). La sinestesia de la imagen es de las más originales e impactantes del poema, da perfectamente la ambigüedad de lo que es pecado (fiera) y a la vez deseable (alegre). Alegría en la incontinencia.
"Mas no sin que me diese pavor también un león que se apareció a mi vista": el león como símbolo político representa a Francia y desde el punto de vista religioso y moral, el orgullo, la soberbia. Es pecado porque es erigir la voluntad humana frente a la divina. Es dejar de sentir a Dios como padre, es no desconfiar de los errores que como humanos podemos cometer. Es el hombre que quiere llegar a Dios y traspasa su condición. Hombre que no respeta el límite. Para el cristiano significa no admitirse como criatura. Dante acentúa el aspecto plástico de la bestia. Hay un desafío, el orgullo significa la abolición de la condición del prójimo, va contra las leyes más importantes de Dios, que es amor.
"Y una loba que en su delgadez parecía llena de todos los apetitos y había causado ya la desgracia de mucha gente, ne dio tanta pesadumbre con el espanto que su vista provocaba, que perdí la esperanza de alcanzar la cima". Es el tercer pecado, avaricia, codicia, y desde el punto de vista político representa al Vaticano. Cuando Dante habla de lujuria y orgullo, él se siente lujurioso y orgulloso. Pero cuando habla de avaricia se debe a que en su vida chocó muchas veces con la avaricia de la gente. Si bien fue ayudado durante su destierro, no lo hicieron notar, hirieron su sensibilidad. Tradicionalmente se dice que la loba es la avaricia, pero también simboliza la concupiscencia, la insaciabilidad. La loba representa el pecado de querer atesorar, poseer, agarrar. El pecado acá es el exagerado arraigo a las cosas terrenales. Dos elementos plásticos traducen esta insaciabilidad: la delgadez, la figura del hambriento (el lobo siempre está hambriento), y la idea de la mirada de la loba que causa pavor, esa mirada posee una fuerza que contrasta con la extrema flacura del animal. La loba está repleta de ansias y hasta podemos decir que le enflaquece el ansia de poseer más. todo lo que tiene se devora y se continúa con ansias de algo más,. La loba no engorda porque interiormente la pasión la quema. A muchos ha hecho miserables, a los que rodea, a los que les ha sacado y también a los propios avaros. Así el pecador cuando adquiere lo deseado, continúa aspirando más, nunca logra la paz. La avaricia lleva al sufrimiento, a la tristeza. El hombre vive ansioso de cosas terrenas, quiere saciarse con soas que no sacian.
Símil, comparación elaborada: "Y como aquel que se enriquece con alegría, al llegar la hora de perderlo todo, llora y se entristece con toda el alma, así me hizo sentir aquella bestia implacable, que, viniendo contra mí, poco a poco me empujaba hacia donde el sol no luce". En el original dice "hacia donde el sol calla", conformando una hermosa sinestesia.
Alegoría topográfica de Dante: la selva equivale a un valle frente al que se levanta una colina -la posibilidad de salvación- en cuya cima se perciben los rayos del sol (la marcha se haría siguiendo el camino que señala ese sol: el ascenso a la colina implica un esfuerzo orientado por la voluntad de subir. Selva-valle prefigura el infierno, la colina al purgatorio y finalmente el sol al paraíso. La imagen de la colina es más convencional que la de la selva, más símbolo que metáfora.
Dante se pierde en la selva y debemos recordar que Dante es alma como individuo y también en su aspecto colectivo (es la humanidad). Como el individuo está corrompido, la sociedad está corrompida y, por lo tanto, esa sociedad en lugar de ayudarlo lo corrompe más. La sociedad está presa de injusticia, de discordia y no tendrá paz -piensa Dante- hasta que se instituya el reino de la justicia y la ley. En la parte material, política, Dante es partidario de un emperador, pero ese emperador no lo domina todo, también existe el dominio del espíritu que debe estar bajo la dirección del Papa (Dante era Güelfo blanco). Dante considera que muchos de los males de la sociedad vienen de la confusión de ambas esferas, de ahí que condena por igual a Papas y Emperadores, el ataque a la Iglesia se explica porque Dante considera que ésta se ha vendido al poder temporal, se ha mundanizado. El hombre se quiere salvar y la sociedad lo hunde, por esta vía entra la parte política a "La Divina Comedia".
La colina iluminada constituye un símbolo, señala el camino recto, la vía de salvación. Algo es necesario para salvarse, la buena voluntad, si tiene la voluntad necesaria recibe la ayuda de Dios.
Mientras Dante está en la selva y no intenta luchar, salir, todo es oscuro. Cuando tiene la voluntad, ve enseguida la luz, la posibilidad de salvarse, pero todavía es débil y está lleno de miedo.
Vista la luz, el pavor se aquietó un poco. El "lago de mi corazón": es una doble metáfora, ya que el corazón es como un lago de sangre que aquí pasará a ser un lago de miedo. Miedo encerrado en su corazón durante la noche que pasó en la selva. Sigue dominando el tema del miedo, miedo que nace de una zozobra de carácter moral, espiritual, intelectual.
Se trata de un lugar del que no salío jamás nadie vivo; pasado visto como muerte, al nemos como muerte del alma.
Símil, comparación elaborada: "Y lo mismo que aquel que ha logrado salir, tras afanosa lucha, del piélago a la orilla, se vuelve a mirar el agua llena de peligros, así mi espíritu, fugitivo aún, se volvío hacia atrás y contempló el paraje del que nadie salió vivo nunca".
Se compara al náufrago con el alma que entrevé su posibilidad de salvarse. La particularidad de esta imagen es que da un hecho espiritual a través de un hecho real, material. Además de los elementos comparados hay sugerencias: la idea de naufragio, la afanosa lucha, etc. que en el plano espiritual transcriben las dificultades del camino de salvación.
"... se vuelve a mirar el agua llena de peligros...": en este caso, a través del hipérbaton (alteración en el orden lógico gramatical) se destaca esa acción de mirar por medio de una pequeñísima pausa. "... mi espíritu fugitivo aún...": la imagen del náufrago, antes tan concreta, tan realista, se inmaterializa, se convierte en espíritu que huye. El alma ha tenido la voluntad de salvarse, mira al pecado, el mnod que abandona.
Luego emprende la marcha y estamos en una "playa desierta", esta nueva imagen está lógicamente relacionada con la anterior (mar-playa), lógica poética innecesaria para la realidad (el poeta ahora continúa su relato, la "realidad" del mismo no le exige coherencia con las imágenes ideadas para ilustrarlo (la comparación del naufragio).
Habíamos dicho que el tono predominante del canto es el que imponen las diferentes imágenes del temor. Podemos observar entonces como se relacionan las imágenes de una forma dinámica para dar la idea del miedo: la selva, el lago del corazón, el mar, luego las fieras, etc., todas contribuyen a redondear la misma idea, agregan nuevos elementos, matices, pero siempre dentro de ideas similares.
No sólo reafirma la impresión de soledad (selva-mar-playa), de que el hombre está solo con su voluntad de salvarse y sin recibir la ayuda de nadie, sino que también nos muestra la forma en que se desplaza el poeta, la firmeza de su caminar, intención de no retroceder que anima al pecador (el pie firme siempre era el más bajo).
Comienza la subida, Dante va a empezar el ascenso y se topa con mayores dificultades, se le presentan tres fieras que Dante alegoriza para destacar tres pecados. Al ser fieras ya se adelanta su poderío, su fuerza, lo instintitvo, la dificultad de superarlas, todos aspectos en común con el pecado.
La primera de las fieras en aparecer es la pantera. Se la interpreta en el plano plítico como la ciudad de Florencia y en el plano moral como la lujuria, el pecado de incontinencia de la pasión. Dante parece querer decir que no se puede cortar radicalmente con el pecado, aún cuando el hombre ha resuelto salvarse, al pecado hay que enfrentarlo, hay que luchar con él. Da el dramatismo de la lucha con el pecado, al que hay que reconocer para luego sintiendo horror por él, enfrentarlo.
Comienza a amanecer. Pero antes nos había dicho Dante que el sol estaba en Aries. Es primavera. La primavera del viernes Santo del año 1300 en el hemisferio norte. ES la mañana que sigue a la noche que pasó en la selva y es también la mañana que sigue a la noche que pasó en la selva y es también la mañana de la creación. El sol sube en esa mañana, en la primavera, en el momento en que el mundo es creado; ese sol es amor ya que el amor es creación, es el amor divino y estamos en la mañana de la creación.
La hermosura exterior de este animal da la atracción del pecado de sobre las almas; bajo la hermosa apariencia se halla el peligro. Además el tiempo, hora y estación, le daban motivos para esperar bien.
La lujuria parece ser el pecado que Dante condena menos. Para decirlo nos basamos en dos cosas:
1) se ubica el círculo de los lujuriosos después del Limbo, es uno de los círculos superiores; en el Purgatorio la última cornisa es la de los lujuriosos,
2) Dante demuestra compasión ante Paolo y Francesca, se muestra con ellos distinto que ante otros pecadores donde vemos que demuestra rabia, enojo, etc. Dante también se declara lujurioso (en el Purgatorio los lujuriosos se purifican por medio de la llama y DAnte se somete a esta purificación). Tal vez se deba a que, para Dante, en la lujuria hay un sentimiento dominante que es el amor. Se trata de un amor que sale de su naturaleza original; al basarse en el amor podemos decir que no tiene como raíz el mal. Dante dice que Dios hace el mundo por amor. Unamuno sugiere que hay en Dios necesidad de amar y que eso es lo que le lleva a la creación de las criaturas.
Dante ha hablado de la pantera (la lujuria) y luego del amor divino, podemos establecer fácilmente la relación. Dante en la lujuria no ve el pecado, ve el amor aunque sea amor lujurioso. También Dante ha hablado del momento en que comienza el día, lo que puede interpretarse con la juventud del momento en la vida de DAnte en que éste habría sucumbido a la lujuria. Amor juvenil, clima de cosa primera (el amanecer del mundo, la mañana de la creación). La lujuria sería algo inherente al amor juvenil. Es la búsqueda de lo infinito, de lo absoluto, de Dios por medio de la carne, se busca la plenitud. Con la lujuria lo que se busca sería la espiritualización de la carne. Pero esta es un error, un camino equivocado. La lujuria defrauda siempre. En el amor juvenir la lujuria sería un pecado menos grave. En la madurez se configura como pecado, pues intenta sustituir el amor con el placer, con la carne, no con la búsqueda. En la mdurez se encuentra revestida de pecado. Para destacar aún más el atractivo con que obra sobre el poeta, que parece más atraído que asustado, la llama "fiera a la gaietta pele" lo que significa "fiera de piel alegre" (no "manchada" como se traduce habitualmente). La sinestesia de la imagen es de las más originales e impactantes del poema, da perfectamente la ambigüedad de lo que es pecado (fiera) y a la vez deseable (alegre). Alegría en la incontinencia.
"Mas no sin que me diese pavor también un león que se apareció a mi vista": el león como símbolo político representa a Francia y desde el punto de vista religioso y moral, el orgullo, la soberbia. Es pecado porque es erigir la voluntad humana frente a la divina. Es dejar de sentir a Dios como padre, es no desconfiar de los errores que como humanos podemos cometer. Es el hombre que quiere llegar a Dios y traspasa su condición. Hombre que no respeta el límite. Para el cristiano significa no admitirse como criatura. Dante acentúa el aspecto plástico de la bestia. Hay un desafío, el orgullo significa la abolición de la condición del prójimo, va contra las leyes más importantes de Dios, que es amor.
"Y una loba que en su delgadez parecía llena de todos los apetitos y había causado ya la desgracia de mucha gente, ne dio tanta pesadumbre con el espanto que su vista provocaba, que perdí la esperanza de alcanzar la cima". Es el tercer pecado, avaricia, codicia, y desde el punto de vista político representa al Vaticano. Cuando Dante habla de lujuria y orgullo, él se siente lujurioso y orgulloso. Pero cuando habla de avaricia se debe a que en su vida chocó muchas veces con la avaricia de la gente. Si bien fue ayudado durante su destierro, no lo hicieron notar, hirieron su sensibilidad. Tradicionalmente se dice que la loba es la avaricia, pero también simboliza la concupiscencia, la insaciabilidad. La loba representa el pecado de querer atesorar, poseer, agarrar. El pecado acá es el exagerado arraigo a las cosas terrenales. Dos elementos plásticos traducen esta insaciabilidad: la delgadez, la figura del hambriento (el lobo siempre está hambriento), y la idea de la mirada de la loba que causa pavor, esa mirada posee una fuerza que contrasta con la extrema flacura del animal. La loba está repleta de ansias y hasta podemos decir que le enflaquece el ansia de poseer más. todo lo que tiene se devora y se continúa con ansias de algo más,. La loba no engorda porque interiormente la pasión la quema. A muchos ha hecho miserables, a los que rodea, a los que les ha sacado y también a los propios avaros. Así el pecador cuando adquiere lo deseado, continúa aspirando más, nunca logra la paz. La avaricia lleva al sufrimiento, a la tristeza. El hombre vive ansioso de cosas terrenas, quiere saciarse con soas que no sacian.
Símil, comparación elaborada: "Y como aquel que se enriquece con alegría, al llegar la hora de perderlo todo, llora y se entristece con toda el alma, así me hizo sentir aquella bestia implacable, que, viniendo contra mí, poco a poco me empujaba hacia donde el sol no luce". En el original dice "hacia donde el sol calla", conformando una hermosa sinestesia.